El Bibliotecario se modernizó completamente.

El nuevo ratón de biblioteca tuitea y es full digital.

Si bien la principal fuente laboral siguen siendo establecimientos de educación superior, hoy existen opciones laborales en empresas de todo tipo.

Patricia Ortiz, Directora de la carrera de Gestión de Información, Bibliotecología y Archivística de la Universidad Alberto Hurtado.– Foto: Mariola Guerrero

En toda empresa en donde se manejan cúmulos de información, la presencia de un bibliotecario es imprecindible. Organizar y catalogar archivos, comprar nuevo material bibliográfico, digitalizar documentos y hasta manejar redes sociales están dentro de sus competencias. «La mayoria de los procesos bibliotecológicos, archivísticos y de gestión están asociados a un software, por lo tanto la formación del estudiante requiere el manejo de programas especializados. Las redes sociales como Twitter tambien nos sirven para comunicar qué se esta haciendo o gestionando al interior de una unidad de información», explica Patricia Ortiz, Directora de la carrera de Gestión de la Información, Bibliotecología y Archivística de la Universidad Alberto Hurtado.

La búsqueda en fichas es casi arqueología. Hoy casi todo esta digitalizado. «Las nuevas tecnologías han renovado las bibliotecas y permitido que los profesionales trabajen con recursos digitales y en espacios virtuales en lugar de limitarse a bibliotecas físicas. Pero tambien hay desafios nuevos. El acceso universal a la información genera usuarios autosuficientes, que eventualmente prescinden de los servicios bibliotecarios», señala Guillermo Toro, académico de la carrera de Bibliotecología de la UTEM.

Estudio y trabajo.

Isabel Zúñiga (19) estudia en la Universidad Alberto Hurtado. En la tarde trabaja en la empresa Antofagasta Minerals como asistente de archivos de la subgerencia. Su labor consiste principalmente en ingresar al archivo documentos como cartas, certificados o planos. «Por ejemplo, al ingresar un documento al sistema lo principal es poner de qué trata, su numero de rol y de qué año es. Así es más fácil buscarlo cuando alguien lo requiere», explica Isabel.

Daniel Echeverría (24) lleva casi cuatro mesesatendiendo a socios de la red Bibliometro del Metro de Santiago. «Llegan muchas señoras mayores pidiendo que les recomiendes un libro. Hay que pensar rápido y hacerle preguntas claves como qué fue lo último que leyó o qué autor le gusta», cuenta.

Las fuentes laborales se han diversificado. «La principal sigue siendo la Universidad, pero además puede trabajar en municipalidades, medios de comunicación, clínicas, oficinas de abogados, organismos internacionales, y como free lance asesorando» resume Carmen Pérez, Directora de la carrera de Bibliotecología de la UTEM.

Bibliotecario en la clínica.

Así funciona una biblioteca moderna.

Luz Navarrete trabaja en la biblioteca de la Cliníca Las Condes, un área muy especializada dentro de la bibliotecología y que ha experimentado fuertes cambios. «Las bibliotecas especializadas de hoy distan mucho de la idea tradicional de un espacio lleno de material impreso. Nuestra realidad es que basamos nuestro acervo en colecciones digitales, revistas y base de datos electrónicas especializadas en salud. El espacio físico es más pequeño, y los médicos y profesionales de la institución tienen claves para ingresar a la biblioteca virtual y desde ahí consultar nuestras colecciones y solicitar búsquedas de documentos o investigaciones bibliográficas sobre algún tema de su interes», detalla.

 Por: Rodrigo Sepúlveda S.
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